¿Cuánto pagaría un inversor por mi empresa?
¿Sabrías ponerle precio a tu empresa y calcular su valor utilizando criterios objetivos? El precio, en realidad, dependerá del acuerdo al que llegues con el comprador, pero ponerle un valor monetario de forma objetiva en el momento en que se presente la ocasión de vender no es una cuestión sencilla, ni siquiera para su propietario.
O más bien, resultará más difícil para su propietario que para cualquiera otro. Tendemos a ver nuestra empresa como algo nuestro y esta vinculación afectiva, lógica, por otra parte, nos hace ser poco objetivos en la valoración.
Pero tampoco es un sumatorio de activos. Cuentan, y mucho, el fondo de comercio, sus perspectivas comerciales, su equipo humano, su desempeño y otros intangibles como su reputación social, el valor de su marca, su implicación en la comunidad en la que opera, su compromiso real con el medio ambiente, etc.
Por ello, solicitar la ayuda de unos expertos en valoración de empresas, acreditados en la labor específica de poner valor a una empresa, como ocurre con los expertos en valoración de empresas de ST Sociedad de Tasación, resulta aconsejable.
Cosas que cuentan
A la hora de valorar una empresa, todo cuenta, aunque en cada caso, y en cada casa, lo que cuenta y cuánto cuenta, es diferente. Hemos mencionado antes el Fondo de Comercio como factor determinante, ya que, simplificando al máximo, es lo que determina el valor de una empresa, lo que refleja si el negocio es viable o no. En este concepto caben los activos materiales de la empresa (maquinaria, local, stock…), sus contratos, licencias, clientes, marcas y patentes; activos tecnológicos y empresariales (proyectos). En pocas palabras: el valor real de la empresa se mide por su capacidad de generar dinero, teniendo en cuenta el sector en el que opera y sus perspectivas de crecimiento.
Además, es importantísimo el capital humano, medido desde el punto de vista del gasto (sueldos, incapacidades, bajas, necesidades futuras…) como desde la perspectiva del talento, de nuevo, por su capacidad de mejorar el desempeño y los resultados del negocio; un buen equipo, bien formado y motivado, es una de las inversiones más restables de una empresa.
En cuanto a los aspectos económico-financieros, además de valorar el célebre ebitda[i] es obligado evaluar el estado de la empresa, equilibrio patrimonial, apalancamiento, necesidades de financiación e inversión, el cash flow que genera el negocio y, en definitiva, la rentabilidad.
La sobrevaloración y la negociación interminable
Si quieres que la valoración de tu empresa se acerque al precio que por ella se pague, debes evitar algunos errores que suelen ocurrir con bastante frecuencia.
El primero, como comentábamos al principio de este artículo, sería la sobrevaloración o, para ser más precisos la auto-sobrevaloración, un error que cometen, especialmente, los vendedores de pymes españolas, que suelen solicitar por su negocio el 80% de su facturación anual, frente al 25% que se pide, de media, en EE. UU., por ejemplo.
También se cae con frecuencia en negociaciones interminables que, alargan un proceso de venta que en condiciones normales no debería durar más de 6/12 meses. Es normal que la operación fracase si las negociaciones se eternizan y superan el plazo de un año.
Otro error que hay que evitar es dar la sensación de falta de transparencia como sucede, por desgracia, a veces con las pequeñas empresas, confundiendo el libro de contabilidad del propietario con el de la empresa. Los datos deben estar claros y a disposición de los posibles compradores. Nada que ocultar: todo que vender.
Otro error imperdonable, o pecado capital, que afortunadamente se da cada vez con menor frecuencia (según aumenta la cultura de negocios y económica de nuestros emprendedores) es la confusión de la venta del negocio con la del inmueble: puede que el comprador no quiera el local, pero sí esté interesado en la compañía.
El precio de venta
Independientemente de la técnica que se use para la valoración de la empresa (Método de Múltiplos, de Descuento de flujo de caja, Patrimonial o por Comparación), es importante tener claro que el precio por el que, finalmente, se vende una empresa lo marcan, exclusivamente, el comprador y el vendedor, cuando lleguen a un acuerdo.
Un profesional de la valoración te dará un valor objetivo del negocio que te puede servir como marco para la negociación o de referencia, pero teniendo siempre claro que el precio de una empresa, independientemente de su valor, sólo se concreta cuando comprador y vendedor llegan a un acuerdo.
Te recordamos que ST Sociedad de Tasación es el decano de las tasaciones inmobiliarias oficiales en España y del sector de la tasación; además, somos expertos en todo tipo de valoraciones incluidas las de empresas, proyectos y marcas y estamos presentes en todo el territorio nacional.
Estamos para ayudarte en lo que necesites y, tanto si necesitas una tasación oficial de vivienda o cualquier otro tipo de valoración (herencia, empresa, finca rústica…),
[i] Ebitda, acrónimo del inglés Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation, and Amortization (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones), es un indicador financiero del beneficio bruto de explotación calculado antes de deducir los gastos financieros.